Esta puede parecer de antemano una historia muy triste que personas de corazón agudo quizá no la puedan entender, pero os aseguro que cuando me senté a escribir esta composición lo hice primordialmente con una sonrisa, teniendo en mente que la vida nos otorga maravillosos regalos.

 

Empezaré por el día cuando me quedé huérfano...

 

Me recuerdo muy bien de el rostro de mi madre, sonriente y besándome los parpados de los ojos antes de abrocharme al asiento trasero de nuestro auto. Sentada junto a mí estaba mi hermanita que ya dormía envuelta en su sabana favorita y asegurada en su porta bebé.

 

Ese viento que soplaba antes de las tormentas jugaba con el pelo castaño de mi madre y en ese momento antes de cerrar la puerta ella se sonrió conmigo. Esa es la forma en que yo la recuerdo.

 

Recuerdo que la lluvia caía con pesadez sobre el techo de nuestro auto y al entrar a la autopista cerré los ojos y automáticamente me dormí.

 

El resto es algo que recuerdo envuelto en neblinas, habían muchas luces y la lluvia me caía sobre el rostro enfriando todo mi cuerpo. Yo vi muchos rostros desconocidos y de repente todo se oscureció.

 

Luego me desperté en una habitación muy ruidosa con aparatos y cables incluyendo algo que tenia sujetado a mi boca. Una enfermera con ojos maravillosamente verdes se acercó y me ayudó a quitarme lo que me obstruía. A pesar que sentía mucho miedo no lloré ni dije una sola palabra.

 

Sentía unas gotas muy frías que corrían sobre mi antebrazo y me hacían sentir como que si estuviese durmiendo sobre la nieve. Simplemente no pude mantener mis ojos abiertos por mucho tiempo y cuando cerré mis ojos solamente vi el rostro de mi madre una vez más. Me sentí inmediatamente seguro y al sentir sus labios sobre mis parpados volví a dormir.

 

Los siguientes días pasaron muy rápidamente y los únicos rostros que se me hacían familiares eran los que veía en mis sueños. Cada vez que despertaba me sentía estar en otro mundo completamente extraño y distinto.

 

Después de varios días vi por primera vez un rostro que si conocía. Me desperté con mi Madrina sujetándome la mano y al verme abrir los ojos ella me abrazó. Yo la abracé y deje que sus lagrimas me bañaran mi mejía. No dije una sola palabra.

 

Sin alargar esta historia, os diré que después de un corto tiempo me convertí en el hijo adoptivo de mis Padrinos y este evento cambió muchos aspectos de mi vida.

 

Curiosamente debo decir que siempre encuentro personas que han vivido similares circunstancias. Puedo añadir como ejemplo a muchas personas que he conocido durante mi viaje de investigación a la zona de Yucatán, México.

 

Lo que es muy curioso es que me conecto con ciertas personas sin saber el porqué, todo se basa solamente en poder sentir las vibraciones que me da la gente y que yo percibo desde lo más profundo de mi alma. Me parece que presiento muchas cosas, especialmente de personas que siempre tienen algo que compartir conmigo acerca de la vida.

 

Siempre he dicho que es muy fácil para mí diferenciar a los huérfanos entre la multitud, y de ejemplo tengo a mis mejores amigos que por varias causas han perdido a un padre o ambos. Estos ejemplos me han servido a entender mi propia teoría.

 

Nosotros no vemos a la familia como algo relacionado con la sangre en nuestras venas, ya que siempre significa mucho más que solo eso. Es la razón por la cual cuando permitimos a alguien tomar parte en nuestras vidas, lo hacemos de por vida.

 

Esta característica no es muy usual hoy en día ya que nuestra sociedad moderna esta acostumbrada a demasiados casos de divorcio, corazones partidos y dolorosas separaciones. Supongo que nuestras sociedades están más acostumbradas a decir adiós y a quemar todo lo que ha quedado atrás. Esto me parece que afecta a muchas personas en el ámbito de trabajo, de noviazgos, de amistades y de relaciones íntimas incluyendo familias.

 

Sin embargo, la mayoría de huérfanos ven el mundo a sus alrededores muy distinto. En mi experiencia he visto que los huérfanos toman ciertas palabras muy en serio. Quizá la característica que se me hace difícil explicar a muchas personas es que cuando expresamos amor por alguien básicamente es porque los vemos como familia. Esta es una conexión que jamás romperemos a pesar de tomar diferentes rumbos. Aunque debo admitir que lo digo ya que yo soy un sentimental que obviamente aun cree en la eternidad.

 

El aspecto que muchos huérfanos compartimos es que se nos hace difícil establecer un lugar al que le podamos llamar hogar. Esto es porque hogar significa algo abstracto en nuestras mentes que representa más que todo a las personas amadas y no a una región o lugar en especifico. Así es que cuando anhelamos estar en un sitio es porque anhelamos las personas y de esa manera le he dado sentido a la frase "Hogar es donde reside el corazón”.

 

Un huérfano puede regalar todas sus posesiones ya que lo material no tiene mucha importancia en sus ojos. Sin embargo un huérfano se encontrará con una situación muy difícil al terminar una relación y no se dará por vencido fácilmente hasta que todos los argumentos hayan sido escuchados.

 

El mundo moderno ve muchas veces esta actitud como algo relacionado con la obsesión y el apego negativo. En los ojos de un huérfano esto es parte del proceso de ver a las personas íntimas como familia. Las personas que sepan entender lo que he tratado de explicar en esta pequeña composición teorética, sin importar el ser huérfano o no, quizá compartan el criticismo de ser anticuados, soñadores o sentimentalistas.

 

Creo que más que todo he querido compartir mis pensamientos con el propósito de infundir ánimos a personas que se encuentren bajo esta etiqueta muy equivocada. Ya que pienso que el tener devoción y verdadero amor por las personas queridas es tristemente algo que se está convirtiendo en una rareza hoy en día.

 

No soporto escuchar que los huérfanos sean atormentados con comentarios que indican que son solamente personas anticuadas, perdidos en romanticismo y soñadores. Así que estas palabras van de todo corazón a personas que comparten algo en común conmigo. Personas que caminan entre nosotros en esta vida que aun valoran el Amor, La Familia y La Amistad.