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Parte de la Historia

¿Cómo me comunico con las personas que conozco a diario? ¿Comparto mi sinceridad con todos mis esfuerzos? ¿Será que existe una fuerza invisible e incomprensible que me impulsa a mostrar gestos al azar? Respondo siempre a los susurros que se originan en los corazones de las personas a mi alrededor? Es posible que estos susurros me hagan apreciar lugares que de otra manera pasarían completamente desapercibidos? Estoy sintonizado a esa frecuencia invisible que me dirige a llevar a cabo acciones de buena voluntad? Comprendo con claridad esos tirones gentiles que me guían a lo que de veras necesita mi atención?

 

A menudo llevo estas preguntas a mi sitio de concentración y medito para llegar a las respuestas que me ofrezcan apreciación y entendimiento. He llegado a la conclusión muchas veces que la respuesta a todas mis preguntas es de un solo origen, relacionada directamente con la composición de mi alma, my corazón y mis sentimientos.

 

Básicamente llego a entender esta respuesta, como una intuición, un sexto sentido, o simplemente una corazonada. Algo simple e importante que es parte de mí y que infortunadamente a veces se me olvida como usar. Me siento constantemente dirigido en nevos senderos que no conozco, y es así mismo como me encuentro con retos que me obligan a actuar fura del carácter con el que me he acostumbrado. No me sorprende del nada, ya que sé muy bien que es parte de mi proceso natural.

 

Puede que tenga maravillosos planes y metas geniales, pero he llegado a comprender, que no todo depende de mis intenciones y esfuerzos. Es la razón por la cual me he convertido en un hombre agradecido y apreciativo en lugar de ser solamente expectativo. Sería imposible imaginar que yo espere alcanzar todas mis metas con planes perfectos. En realidad sería algo frustrante si me encontrara cada día sin poder ajustar mi rumbo.

 

La verdad es que hubo días en mi vida que así lo fue, y de esa manera fui aprendiendo a ser flexible. Mi primera confrontación conmigo mismo me llevo a ver a fondo la persona en el espejo y a entender cuáles son mis miedos y mis retos personales. Todo eso me hizo reconocer que era verdaderamente importante para mí. Reconocí que no tengo control sobre todas las cosas a mi alrededor pero que si tengo control de como actuó y respondo a lo que me rodea. Mucho más importante fue el reconocer que esa forma de actuar y de responder no solo me afectaba a mi mismo si no que también a las personas a mí alrededor.

 

Sin lugar a duda si tengo el derecho de elegir como reaccionar a toda situación que se me presente; así que puedo elegir el aceptar las cosas como son, o tomar parte de como cambiarlas. Yo soy el único responsable de mis propios sentimientos, así que el ser conforme y feliz, o el ser miserable y quejicoso, son reacciones solo mías.

 

La comparación que puedo hacer acerca de este fenómeno es observando la relación entre un espectador y un actor de teatro. Si decido compararme al espectador, me veré inmediatamente frente a ciertas limitaciones de participación. En la vida, jamás soy limitado a ser solamente un espectador, ya que la vida me invita constantemente a que participe y sea parte de la historia en sí; a que sea el actor principal y con una parte muy significativa. La vida quiere que yo este de pie a la caída del telón. Así que yo soy el que decido si participar y tener mi nombre en la cartelera y en los agradecimientos finales.

 

Hubieron ocasiones en mi vida durante las cuales no me veía directamente relacionado con la vida a mi alrededor. A veces veía que los problemas en mi camino  simplemente no eran mis problemas; así que los ignoraba constantemente, pero poco a poco me fui dando cuenta que esos mismos problemas seguían apareciendo en mi camino aun que yo cambiara de rumbo. Reconocí entonces que no era coincidencia mi existencia ya que la vida me estaba pidiendo mi participación.

 

Comprendí que no debía negar esa invitación de participar y ser parte de la historia. Muchas veces se que negaba mi privilegio de participar en muchas cosas simplemente porque me sentía inadecuado para muchas situaciones. Entender que tenía que prepararme para poder tomar parte fue otra lección.

 

Me hice tantas preguntas como..¿Cuál era ese obstáculo que me mantenía fuera de participación? ¿Cómo sería mi vida si yo pudiera visualizar y entender el espectáculo completo? ¿Cómo sería el no perderme ni un solo momento, ni un solo sentimiento o ni una sola experiencia? ¿No participaría con más frecuencia? Fue entonces cuando muchas respuestas llegaron en mis sueños, en los que me vi disfrutando la vida de lleno, y fue entonces también cuando reconocí que era yo el que tenía que elegir. ¿Qué era lo que me impedía participar en la vida? En ese entonces tenía muchas razones pero en realidad era una sola la respuesta. Así que me encontré con esa respuesta en la imagen que vi en el espejo. Así es, la respuesta era "YO".

 

Yo mismo no sabía reconocer mis capacidades, y mi propio valor. No lo sabía, que mi corta estancia en esta vida es intencionada y del nada es una coincidencia. Me vi capaz de realizar cualquier cosa que fuese posible, y las cosas que parecían imposibles, pues las vi solamente más lejanas; ya que todo toma tiempo.

 

Decidí que tenía que encontrar mis talentos y entender esas características que me hacen tan diferente a los demás. Quizá de esa manera me encontré con la razón por la que todos tenemos talentos y características; al igual de hecho nos necesitamos. Hay una porción de certeza en la frase que dice que derivamos de una sola imagen, no lo sé de por cierto pero si se que pertenecemos.

 

Crecí repitiendo muchas frases como parte de un ritual cultural, y me costó mucho encontrar un sentido en todo. En mi, existía una batalla espiritual y mental que en lugar de aclarar la realidad me la opacaba constantemente. Nunca quise ser un esclavo de ilusiones y mentiras, pues todo parecía mantenerme alejado de la persona quien yo sentía ser. No supe reconocer lo que me batallaba, pero supe reconocer que si había algo que luchaba con tanta ferocidad para mentirme y mantenerme en tinieblas, entonces si debería de existir algo mas valioso por lo que luchar.

 

Empecé a comprobar mi teoría, así que lentamente empecé aceptando las invitaciones para participar en muchas cosas a mi alrededor, con mi familia, mis amigos y con todo el mundo. Claro que fue difícil ya que muchas cosas me hacían sentir inadecuado, o quizá no muy bien preparado, pero el hecho de solamente aceptar las invitaciones me obligo a aprender y a prepararme.

 

Lo que entendí desde un principio fue que el solamente tomar parte me había convertido en alguien más sensible y mucho más apreciativo. También entendí que nada se puede llevar a cabo sin participación, y que todos trabajamos mucho mejor en equipo. Somos en realidad demasiado importantes el uno al otro para dejar pasar esas oportunidades de participación.

 

Todos somos significantes en nuestros ámbitos y no somos coincidencias al azar. Muchos de nosotros hemos sido educados con distintos métodos, y quizá usemos distintas palabras para describir lo que es la vida, pero los ingredientes que forman la felicidad en la receta universal son idénticos.

 

Cuando aprendemos a reconocer que somos importantes y significativos, la vida automáticamente nos muestra su belleza. No se trata de Tú o Yo se trata de Nosotros.

 

La vida es en equipo y somos los actores en el escenario con una historia linda que actuar.

 

Tenemos que hacer el esfuerzo de saborear la vida..,

…de tomarla entre nuestras manos y de acariciarla..,

…de sentir la vida en nuestras entrañas y dejarla correr por nuestras venas...

…de vivir cada día en agradecimiento...

 

Así que os invito a que participéis, y que seáis los Actores principales de nuestra Historia.!!!

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