Sueños son regalos maravillosos que se nos son otorgados durante nuestros momentos más vulnerables, cuando descansamos de jornadas exhaustas, o cuando acabamos de superar un sufrimiento, un ensayo y error.

 

Su introducción es gentil como una caricia o un beso en la mejilla, como el sentir de dos manos al roso de nuestra piel que nos apoyan a través de las más fuertes tormentas.

 

Un sueño es una luz brillante que enciende nuestra imaginación proporcionándonos con ese propósito noble de nuestra existencia, a veces es capaz de clarificar el significado de nuestra propia vida; verificando las razones por las cuales seremos capaces de vivir o de morir.

 

Sueños nunca deben de ser despreciados pues son la representación sagrada de un destino, siempre se nos aparecen como una cadena de ideas que se convierte lentamente en imágenes de algo ya logrado.

 

Nadie ha dicho, que el realizar un sueño fuese una tarea fácil de conseguir; de hecho, todos los sueños aparentan ser de primer momento imposibles.

 

El alcanzar nuestros sueños anhelados, requerirá que viajemos a ese lugar de donde se originan todos ellos, y así mismo entenderemos el porqué.

 

La respuesta puede estar grabada en la pura composición de nuestras almas y en la razón por la que emprendemos esa búsqueda por una causa, al final nos mostrará sin duda quienes somos realmente.

 

Junto con los sueños siempre llegan los obstáculos enmascarados como susurros en el viento que nos repiten palabras desalentadoras. A veces estas palabras parecerán ser convincentemente racionales, tales como...

 

...Asegúrate que es para ti...

...Si pero, ya has pensado en...

...Que sucede con lo que dejas atrás...

...Después de todo lo que has hecho...

 

Ten cuidado cuando veas que tus sueños sean oscurecidos, pues es seguro que lo serán! Por la misma razón de ser sagrados atraerán a un enemigo natural.

 

Muchas cosas tratarán de robar tus sueños.

 

La primera sin sorpresa es la persona que vez en el espejo.

Sin duda alguna nosotros somos nuestros más grandes y más influyentes adversarios. Nos convencemos que estamos limitados solamente a lo que vemos. Así que cuando esto suceda, ten en mente que tu sueño es sagrado y que representa una bella razón para existir.

 

Quizá lo hayas sentido anteriormente y seguramente jamás durante tus momentos de altivez, si no que durante tus momentos de incertidumbre, cuando te sentías totalmente en soledad.

 

Levántate y sacúde todo el polvo que llevas, pronto comprenderás que en el momento que empieces a vivir por una causa, nada ni nadie te podrá detener, y si te tropiezas, nada ni nadie impedirá que te levantes. Pronto empezaras a vivir tu sueño, y continuaras soñando mucho más. 

 

Muchas cosas tratarán de robar tus sueños.

 

La segunda y quizá la más común, será la familia, y las personas amadas...

 

Ellos conocen mejor que nadie quienes hemos sido en el pasado, lo que hemos hecho, a donde hemos ido, las cosas que hemos dicho, las veces que hemos fallado.

 

Ellos quizá no crean en otro propósito de nuestras vidas diferente del que se han acostumbrado a ver. Así que es entonces cuando escucharemos las notables palabras, como...

 

...” Lo creeré cuando lo vea.”

 

Debes de reconocer que ellos están envenenados por el mismo enemigo, que trata de robar tus sueños y los de ellos a la vez. Aprende a reconocer que los sueños de ellos y los tuyos aparentan ser idénticamente imposibles.

 

Así que antes de anunciar en alta voz tus maravillosos sueños, pon atención a los sueños que tus queridos han lentamente perdido. Esfuérzate y encuentra ese propósito escondido, ya que entonces se te hará más fácil reconocer lo que es sagrado.

 

Al ver los sueños de las personas a tu alrededor, tendrás instantáneamente la clara visión de tus propios sueños y así adquirirás certidumbre de lo importante que son.

 

No te concentres en los obstáculos, si no en tus sueños, ten fe y edifica sobre ellos. El tener fe empieza en demostrar fe en los demás, el tener amor empieza con demostrar amor por los demás; es la formula básica de Gracia.

 

Reconoce que tus sueños involucran a las personas a tu alrededor, siempre lo será así. Por eso mismo es que tu propósito es con ellos y de esa manera tu crecimiento será perpetuo.

 

Todos coexistimos en el mismo ámbito y somos idénticamente afectados por los mismos obstáculos, así pues somos impulsados por una misma fuerza sagrada.

 

Todos podemos tener un plan perfecto, con triunfos personales y memorias coleccionadas. Si te preguntas… Porqué es que aún nos sentimos vacíos?

 

La respuesta es aún más simple. Somos constantemente alertados de una causa superior a la nuestra.

 

Así que no dejes que nada robe tus sueños!

Creé en ti y en tus sueños...

Fortalece tu fe... Ten fe en los demás...

Fortalece tu amor... Abre tu corazón a los que te rodean.

Por esa misma gracia con la que tus sueños nacen...

Así mismo, a través de una intervención sagrada, se convertirán en realidad.

Estas aquí con un propósito.

Vive tus Sueños!